Hoy la noticia es que en Barcelona «Nace el primer sindicato de trabajadoras sexuales». Un paso más hacía legalizar esta forma de trabajo sexual, pero seguramente la gran mayoría de prostitutas ni saben lo que significa esto.
Leamos la noticia:
Trabajadoras sexuales de diversos puntos del Estado crean en Cataluña su primera sección sindical
El primer objetivo, ya en marcha, es abrir las puertas de más sindicatos a las trabajadoras sexuales, a fin de actuar desde los diversos territorios y, al mismo tiempo, articularse a nivel estatal, el nivel de gobierno del que depende incluir la epígrafe «trabajo sexual»
La reivindicación que el trabajo sexual es trabajo salta de las calles al terreno sindical. La Intersindical Alternativa de Cataluña (IAC) acoge la primera sección sindical del ámbito, un paso que traspasa de largo el plano simbólico y supone, para las trabajadoras sexuales que ejercen por decisión propia, una mejora de la posición en la interlocución con los gobiernos y una grieta significativa en el estigma. Así lo remarca su impulsora, Paula Ezquerra, que, por encima de todo, ve en la sección sindical «una herramienta política legal desde donde presionar al Estado para lograr el reconocimiento como trabajadoras».
Ella es una de las diez primeras afiliadas, por ahora, todas mujeres y con marcado perfil activista. Varias son de Barcelona y otros de fuera de Cataluña. De hecho, el primer objetivo fijado -y ya en marcha- es abrir las puertas de la acción sindical a las trabajadoras sexuales en otros territorios, al tiempo que articular una «unión sindical del trabajo sexual». «Además de trabajar desde la sección sindical de cada territorio sobre la realidad de cada comunidad, desde la IAC proponemos crear una unión sindical, a modo de enlace, para trabajar a escala estatal, que es nuestra finalidad», detalla Ezquerra.
«Llegamos a crear la sección de trabajo sexual porque hay una necesidad y damos respuesta sindicalmente; la creamos para generar ámbito de acción desde las trabajadoras sexuales, para poder hacer acción sindical desde ellas mismas «, explica Herrera. «La herramienta de la sección sindical -añade- les permite estar reconocidas por una organización sindical y que las trabajadoras de muchos otros ámbitos las consideren compañeras de organización».
Entre las ventajas inmediatas de contar con una estructura sindical, Herrera destaca el trabajo jurídico que se llevará a cabo en torno a las demandas laborales de las trabajadoras sexuales; un trabajo central a la hora de defenderlas en el plano de la política institucional. Concretamente, ante el gobierno español, del que depende incluir, o continuar negando, el epígrafe «trabajo sexual» y los derechos que, como ocupación reconocida, se desprenderían.
«Mientras haya pobreza, las formas de sobrevivir deben estar reconocidas por el Estado para que las trabajadoras, dentro de la explotación capitalista, tengamos un mínimo de derechos», reclama Ezquerra. «Cuando tengamos una sociedad justa, con conciencia de género, entonces hablaremos las putas sobre si queremos dejar de ser putas. Porque hay en las que les gusta serlo. Pero hay que lo hace por dinero. Para sobrevivir. Como cualquier otra trabajadora «, añade.
Muy bien, pero el alto porcentaje de prostitutas extranjeras que visitan España y muchas más que visitan Mallorca e Ibiza en la temporada de Verano, ¿qué hacemos con ellas?, ¿Qué hacemos con todas esas chicas que se prostituyen huyendo de la pobreza de sus países? ¿Qué hacemos con todas esas chicas que no les interesa que el gobierno les quite una parte de sus ganancias? ¿Qué hacemos con todas esas que trabajan en casas y no por cuenta propia? Vamos a pensar en eso…
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